Desde Romanos hasta las siete epístolas del libro de Apocalipsis, el Espíritu vivificante, del cual se habla en 1 Corintios 15:45, es el tema general de todas las Epístolas neotestamentarias. En los Evangelios se presenta al Señor Jesús como la Palabra que se hizo carne, mientras que en las Epístolas se presenta como Aquel que llegó a ser el Espíritu vivificante en resurrección para que nosotros le recibamos, experimentemos y disfrutemos.

En El Espíritu en las Epístolas Witness Lee habla del hecho de que los creyentes son un solo espíritu con el Señor, esto es, de la mezcla del Espíritu divino con nuestro espíritu humano regenerado. Puesto que el Espíritu es la esencia de la revelación en las Epístolas, Witness Lee también hace énfasis en nuestra necesidad práctica de tomar a Cristo como vida al volvernos al Espíritu que mora en nosotros, al poner nuestra mente en el espíritu y al vivir y andar en el espíritu a fin de que vivamos en el Señor, quien es el Espíritu.