Witness Lee presenta en esta breve obra tres elementos vitales para la subsistencia y el crecimiento de la iglesia: la especialidad, que es la fe común a todos los creyentes; la generalidad, que es la actitud abierta que describe el apóstol Pablo en Romanos 14 con respecto a las prácticas; y el sentido práctico, que es la manera en que la iglesia crece.